sábado, 9 de mayo de 2015

TIERRAS DE LAS MIL Y UNA NOCHES

Todos hemos oído hablar de Las Mil y Una Noches esa mítica recopilación de relatos tan famosos como Aladín y la lámpara maravillosa o Alí Babá y los cuarenta ladrones. Estos míticos relatos que de seguro hemos escuchado alguna vez se daban lugar en escenarios maravillosos, palacios de ensueño, desiertos sin fin... Pues para retomar mis andanzas por este blog (después de dejarlo meses inactivo) he decidido hacer una serie de entradas dedicadas a los reinos islámicos.


BAGDAD O EL CALIFATO ABASÍ.

Bagdad, se llena la boca al decir esa palabra, al oír esa palabra no podemos evitar pensar en palacios de ensueño con cúpulas gigantes, minaretes que alcanzaban el cielo, zocos donde se compraban las maravillas de todo el mundo...

Pero los comienzos de esta gran utopía medieval no fueron para nada tan magníficos, fueron más bien sangrientos.

Año 750 d.C Califato Omeya.
La familia Omeya, que sucedió a Maoma en la regencia del reino islámico, esta viviendo sus peores momentos, la dinastía lleva en el poder desde el 661 y a hecho vivir al mundo islámico eras de esplendor, pero en los últimos años a la familia Omeya le ha salido una familia rival, la Abasí y esta familia contaba con un factor a su favor, eran los descendientes directos del profeta Maoma.

Ubicación de
Mapa del Califato Omeya.

Pero mientras los omeyas se derrumbaban en una espiral de caos y desorden, los abasíes sus rivales ganaban el apoyo de multitud de pueblos y razas, anteriormente sometidos por los omeyas.

El último de los califas omeyas fue Marwan II, que tras un fallido intento de victoria contra los abasíes en el río Zab, fue asesinado, este marcó el final de los omeyas, bueno, no, un familiar de Marwan, llamado Abderramán consiguió escapar de la matanza de los omeyas y se fue a vivir a España, donde independizó al emirato de Al-Andalús del nuevo califato Abasí.

La capital de los omeyas era Damasco, pero los abasíes querían borrar los recuerdos del antiguo califato y decidieron  fundar una nueva capital para todo el mundo islámico, Bagdad, ciudad de la paz.

Resultado de imagen de damasco califal
Damasco, antigua capital califal.
Los abasíes sentían un profundo respeto y admiración al antiguo Imperio Persa, así que para honrar a este imperio ya caído decidieron construir su capital a la imagen y semejanza de las antiguas ciudades persas, y aún más, lo hicieron en tierras persas, Iraq.

En su tiempo las ciudades persas fueron los mayores baluartes de riqueza, poder y sofisticación, y a cierto modo los abasíes y su líder, el califa Al-Mansur estaban decididos a crear una ciudad que fuera el centro de todo el mundo islámico. 

El modelo clásico de ciudad persa, era una gran muralla redonda, en el interior de ella se distribuían las casas, bazares, mercados y mezquitas, todo esto unido por avenidas radiales que daban vueltas a lo largo del anillo inicial. Luego en el centro se construyó otro anillo y en su interior, dentro de este se construyeron los edificios del gobierno, los palacios del califa, la mezquita principal etc. para finalizar la construcción de la ciudad se construyeron grandes parques y jardines.


Bagdad original.
Más de 100.000 obreros trabajaron en la construcción de Bagdad. Durante el gobierno del califa Al-Mansur, la ciudad se enriqueció notablemente, y se convirtió en uno de los mayores centros culturales del mundo.

La mayor representación de esa cultura fue la Casa de la Sabiduría, allí se traducían los textos griegos, persas e indios al idioma árabe.


Imagen de la Casa de la Sabiduría.
El sueño de la familia Abasí era construir un imperio con la hegemonía y el poder militar de los árabes y con las costumbres ceremoniales de la corte persa, y en cierto modo en Bagdad lo consiguieron.El califa y su familia residían en el Gran Palacio de la Puerta de Oro. este gran palacio se encontraba en el centro de la ciudad, junto a la mezquita, el palacio contaba con una gran cúpula verde de 49 m de altura. Cerca del gran palacio estaban las mansiones de los funcionarios del gobierno.


Recreación del Bagdad abasí, con el gran palacio en el centro.

Pero la estratégica posición de Bagdad, hizo su magia en unos pocos años la ciudad tuvo una gran expansión, y la población ascendió notablemente. Desde el puerto del Tigris llegaban grandes barcos mercantes dispuestos a descubrir lo que Bagdad podía ofrecer.

Puerto del Tigris.
Durante el califato abasí Bagdad tuvo su edad dorada, pero fue durante el reinado del califa Harún al-Rashid cuando la ciudad vivió su cenit d esplendor, población y extensión. Según datos específicos el Bagdad de Harún al-Rashid pudo tener entre 700.000-1.000.000 habitantes, una población solo comparable a la de Constantinopla o Chang´an.
Pero la estratégica posición de Bagdad, hizo su magia en unos pocos años la ciudad tuvo una gran expansión, y la población ascendió notablemente. Desde el puerto del Tigris llegaban grandes barcos mercantes dispuestos a descubrir lo que Bagdad podía ofrecer.
Expansión máxima del Bagdad califal, con la ciudad redonda en el centro.
Este Bagdad es el escenario de los cuentos de las Mil y Una Noches el de los bazares, palacios, mezquitas, princesas... En Bagdad se daban lugar los mayores avances tecnológicos y culturales de todo el mundo, la arquitectura árabe alcanzó un nivel de sofisticación que no se vería en muchos años.

Nos veremos próximamente para descubrir los secretos del mundo árabe...

Escenario de las Mil y Una Noches

domingo, 11 de enero de 2015

EGIPTO EL IMPERIO ANTIGUO.

En los albores de la civilización, Egipto era solo un reino más, pero una lista de reyes llevaría a Egipto a la fama mundial y lo convertirían en el país más poderoso de la época, esta época, llamada "La Edad de Oro", es conocida como el Imperio Antiguo, la era de las pirámides.
Las legendarias pirámides de Egipto. 
Cuándo Menes unificó todo el país y fundó la ciudad de Menfis, dio lugar a la Dinastía I, que se dedicaría a unificar todo el país y a crear la identidad egipcia. Las dinastías que la siguieron continuaron esta labor, pero llegada la Dinastía III los faraones empezaron a levantar colosales estructuras que les dieron fama mundial, las pirámides.

Para principios de la Dinastía III, un joven llamado Zoser subió al trono de Egipto. Desde pequeño, Zoser soñaba con ser recordado para la eternidad y así sería. En aquella época los enterramientos faraónicos eran muy simples, estos eran enterrados en una estructura rectangular hecha de ladrillos de adobe, llamad mastaba. En un principio Zoser solo pensaba levantar una mastaba más grande que la de sus antepasados y además hacerla de piedra. Para la construcción de este proyecto contó con la ayuda del famoso arquitecto Imhotep. 

Pero para sorpresa de todos, las obras de la mastaba acabaron repentinamente pronto, así que Imhotep decidió crear algo nuevo, algo nunca visto. Agrandó la base de la mastaba, y sobre ella colocó una mastaba algo más pequeña y repitió este proceso seis veces creando la primera pirámide, la pirámide escalonada. Esta gran edificación contaba con más de sesenta metros de altura, y sin ninguna duda fue el edificio más alto del mundo en aquella época.

Pero no solo se edificó la pirámide, sino que también se construyó una gran necrópolis que dotó al faraón de una fama mundial.
Plano de la necrópolis de Saqqara.
Zoser hizó leyenda, su nombre retumbaría en Egipto por los siglos y hasta los últimos farones recordarían al gran constructor.
Estatua de Zoser.
A su muerte Zoser fue enterrado en su pirámide, dando lugar a una nueva tradición la de las pirámides. Durante varias generaciones los egipcios construyeron pirámides escalonadas, pero ninguna más grande, ni de mayor calidad que la Zoser.

La Tercera Dinastía fue la primera en introducir el concepto de "pirámide", pero sin duda sería la Cuarta Dinastía la que construiría las pirámides más colosales.
Las pirámides de Giza, datan de la Cuarta Dinastía, la "Edad de Oro" de Egipto. Todo esto comienza con un faraón soñador, Seneferu. Seneferu soñaba con construir una pirámide perfecta, con sus cuatro lados planos. En aquella época Egipto era la mayor potencia del mundo, ningún imperio mesopotamico podía igualarlo, así que las arcas del reino estaban llenas, era el momento perfecto para soñar.
Faraón Seneferu.

Para la construcción de su pirámide, Seneferu eligió la desértica zona de Meidum. Las obras de su pirámide fueron rápidas, pero hay pruebas de que pudo derrumbarse y fue abandonada. Esta pirámide es conocida como la pirámide de Meidum y hoy en día es solo ruinas.
Restos de la pirámide de Meidum
Pero a pesar de la derrota obtenida en Meidum, Seneferu no iba deshacerse de su sueño de una pirámide perfecta, así que volvío a reunir a una cuadrilla de trabajadores, el material suficiente y se puso a construir otra pirámide en Dahshur, otra zona desértica. Una vez empezó a construir en Dahsur, volvieron a aparecer problemas, pues grandes grietas comenzaron a aparecer en la base de la pirámide, obviamente no habían elegido el sitio correcto para construir. Pero Seneferu no estaba dispuesto a volver a abandonar su pirámide y demostró un gran ingenio al aplicar la siguiente solución: si el peso desquebrajaba la base de la pirámide, obviamente no se podía seguir construyendo hacía arriba, así que se cambió de rumbo y la pirámide siguió su curso, pero torciéndose hacia el interior.
Pirámide Acodada, (así es llamada).
Pero a pesar de que su busca de la perfección le costó a Seneferu desangrar a su país, no paró hay, sino que decidió emprender una nueva construcción allí, en Dahshur, esta vez ya era la definitiva, si lo lograba haría historia, si no, sería tristemente recordado.

En Dahshur, Seneferu llevaría acabo su última oportunidad, esta vez no podía fallar. Reunió un gran grupo de trabajadores y una piedra caliza de gran calidad, que tenía un cierto color rojo. Esta vez Seneferu apostaría alto, pues esta pirámide fue diseñada con unas dimensiones mucho mayores a sus predecesoras. La pirámide Roja, así llamada por las piedras rojas con la que fue construida, fue todo un éxito, un triunfo tras varias derrotas, con más de cien metros, jamás el hombre había construido a esa altura. Pero a pesar de haber logrado la perfección, Seneferu decidió no ser enterrado en la Pirámide Roja, sino que dispuso que a su muerte llevaran su cuerpo a la Pirámide Acodada.
La pirámide Roja
Seneferu dejó el listón muy alto a sus sucesores pero estos demostrarían estar a su altura. A la muerte en el 2579 a.C Seneferu fuesucedido por su hijo el rey Jufu, más conocido como Keops. Keops heredó un país en su "Edad de Oro" y estaba dispuesto a utilizar todos los recursos de su imperio en la construcción de la mayor pirámide que el mundo jamás viera. La gran pirámide es la más famosa de todas, con más de ciento cuarenta metros de altura fue la pirámide más 
alta de todo Egipto.
Estatua del faraón Keops.
Para su construcción se emplearon más de veintemil hombres. Estos hombres vivían en poblados cercanos a la pirámide, hombres llevaban una dieta especializada, compuesta solo por carne de reses. Esta dieta les daba fuerza para trabajar para la construcción de tal colosal proyecto. Jamás el hombre había apuntado tan alto, ni lo haría en casi cuatro mil años, aquello hizo que Egipto se convirtiera en el centro del mundo, en el imperio de los imperios, jamás ninguna construcción pudo eclipsar a la gran pirámide de Giza.
Pirámide de Giza vista por unos extranjeros. 
Pero alejándonos de las pirámides, la vida en el Imperio Antiguo fue sumamente próspera, con las crecidas anuales del río Nilo, las tierras egipcias eran las más fértiles del mundo, con la construcción de las pirámides, miles de artesanos se movilizaron, y el arte alcanzó un gran desarrollo y en cuánto a la urbanización, Menfis, capital de Egipto, fue la ciudad más grande de la Tierra, puede que con cerca de 500.000 habitantes, aunque la verdad, me parece algo disparatado.

Pero tan maravillosa situación no dura eternamente. La cuarta dinastía fue la edad de Oro, los reyes: Seneferu, Keops, Dyedefra, Kefrén y otros grandes faraones, llevaron al país a una prosperidad jamás alcanzada en Egipto, pero a medida que el tiempo pasaba, los gobernantes locales empezaron a tener más y más poder, lo cuál hizo que el pueblo se sublevara y Egipto se dividiera en pequeños reinos gobernados cada uno por un rey diferente, aquí se acaba la Edad de Oro, la era de las pirámides, Egipto tendría más épocas de esplendor, pero ninguna superaría al Imperio Antiguo.