EL GRAN IMPERIO PERSA PARTE 5

Tras la Segunda Guerra Médica, el gran rey de Persia se retiró derrotado, la idea de conquistar Grecia había desaparecido. Aquella estrepitosa derrota marcaría al rey hasta su muerte. Cuándo llegó a Persia, se dedicó a construir increíbles palacios en Persépolis y a vivir una vida de lujo y excesos. Pero aquella vida de excesos sería la que lo mataría, puede que la guerra hubiera acabado en el campo de batalla, pero en el palacio no acababa de empezar. Los cortesanos, las mujeres de palacio, los criados y hasta la familia de Jerjes conspiraba. La guerra de palacio, traía envenenamientos, envidias y venganzas, y el pobre Jerjes no pudo ganar esta guerra.

Hadish, nuevo palacio de Jerjes.

Finalmente en el 465 a.C, el gran Jerjes murió asesinado por un visir llamado Artabano. Entonces subió al trono su hijo Artajerjes, Artajerjes I. Este rey se pondría de objetivo una sola cosa: devolver a Persia a su antiguo esplendor.

Relieve de Artajerjes.

Mientras en Grecia, Temístocles, el gran almirante que salvó a Grecia del ataque persa, no es muy querido, aquella gente a la que salvó ahora le daba la espalda, hasta quel el consejo de Atenas decidió desterrarlo, aquello fue degradante, él dio su vida por ellos y ahora se lo pagaban así.

El pobre desgraciado de Temítocles huyó a Persia, allí encontró refugio en la corte de Artejerjes. Aquellos a los que había derrotado y humillado lo acogen. En agradecimiento Temítocles prepara un plan para conquistar Grecia de una vez por todas.

A Artajerjes le gustó el plan y el imperio se prepara para la Tercera Guerra Médica. Los griegos ya no temían a los persas así que por ellos bien. Y la guerra acabó con una victoria griega, el almirante Cimón logró la victoria en la batalla de Eurimedonte. Tras esto los griegos les impusieron a los persas unas condiciones que debían cumplir si querían la paz.

Pero Artajerjes no estaba dispuesto a permitir tal humillación, él sabe que intentar conquistar Grecia otra vez no es una buena idea, pero enfrentar a los griegos entre sí y que estos causen su autodestrucción parece mejor. Así que Artajerjes hace una alianza con los espartanos, juntas ambas potencias derrotan a Atenas. Puede que no hubiera conquistado Grecia, pero sus mayores enemigos los, atenienses habían sido derrotados.

Pero en Egipto un rebelde llamado Inaro estaba preparando una rebelión. La rebelión comenzó con buen pie, los egipcios se aliaron con Atenas, juntos querían lograr la independencia de Egipto, pero una mujer llamada Amestris, la reina viuda, madre de Artajerjes, sería quien pondría fin a la rebelión. Esta mujer decidió ser inplacable y dejarse de negociaciones, los persas debían volver a las armas, y así se hizo.

Retrato idealizado de Amestris.

El rebelde Inaro fue derrotado y unos meses más tarde crucificado, pero Amestris no se detuvo allí mandó crucificar a todo el ejercito rebelde, estos actos le han hecho ser recordada como una mujer malvada. 

Tras esto Artajerjes decidió construir suntuosos palacios en Persépolis, que dejaran en ridículo los palacios de su padre.

Sala de las 100 columnas, la mayor de las obras de Artajerjes.

Tras su muerte en el 426 a.C el imperio se sumió en una total decadencia, los reinados no duraban unas décadas y los palacios se convirtieron en verdaderos campos de batalla, donde los hombres y mujeres más importantes de Persia luchaban por el poder. Esta situación no duraría mucho, pues el imperio pendía de un hilo, sería un joven rey griego quien le daría su estocada final al imperio, peor eso ya es otra historia...