miércoles, 3 de diciembre de 2014

EL GRAN IMPERIO PERSA PARTE 1

Nos encontramos en el año 562 a.C el gran rey Nabucodonosor II ha muerto, todo el imperio llora su muerte. La muerte del gran rey deja vacío el panorama de poder del imperio, su hijo Evilmerodac ocupa el trono, pero este sería gobernante débil y lo destronarían dos años más tarde. Tras él otros muchos gobernantes ocuparían el trono de Babilonia, pero la decadencia de Babilonia era ya algo innegable. Mientras en Media una princesa daría a luz a un niño Ciro.
Mapa que representa los reinos de:
Babilonia: verde oscuro
Egipto: verde claro
Lidia: Azul
Media: Amarillo.

Ciro sería principe de Media, hijo de Mandana, la princesa imperial y de Cambises, jefe tribal, sería él quien construiría el imperio más grande de todo el mundo antiguo, más grande aún que el imperio romano: el imperio persa.

Unos días antes de nacer el que sería heredero del imperio medo su abuelo Asistages iría al oráculo a preguntar por el futuro de su nieto, pero el oráculo revelaría un futuro incierto para el rey. Su nieto lo destronaría y este gobernaría sobre todas las naciones del mundo. El rey quedó horrorizado ante el presagio, así que decidió que nada de eso pasaría mientras él viviera...

Palacio real de Anshan, Persia. La joven princesa Mandana da a luz a un varón sano y fuerte, este varón se llamaría Ciro. La joven pareja rebosaba felicidad, pero el abuelo del retoño no compartía la felicidad de su hija...
Mandana, madre de Ciro el Grande.
La misma noche del nacimiento del niño, su abuelo lo raptaría, se lo entregaría a su más fiel general Harpago y le dio la orden de matarlo y entregarle su cadáver. En medio de la noche aquel soldado se llevó al recién nacido al bosque allí a punto de cometer aquel monstruoso acto apareció de la nada un pasator llamado Mitradates portando el cuerpo sin vida de un bebé recién nacido. El pastor le suplicaría al soldado que le entregara al bebé, pues su hijo había muerto en el parto, el soldado, apenado por el pequeño Ciro hizo un trato con el pastor, se cambiaban los bebés y todos contentos y así se hizo. El soldado le entregaría a Asistages el cadáver del hijo del pastor y este se lo creería, mientras el pastor y su esposa cuidarían del pequeño.

Ciro crecería siendo un simple hijo del pastor, viviría una infancia feliz, pero al cumplir los 12 años (aprox.) su padre le contó toda la verdad, que era el hijo de la princesa imperial, y que algún día gobernaría Media. El joven Ciro y su padre viajarían hasta Ecbatana la gran capital de Media, allí la dolorida Mandana, quedó sorprendida y a la vez maravillada por el regreso de su hijo, así que ordenó jornadas enteras de festejos. Todo era alegría en Ecbatana, pero el viejo rey Asistages estaba muy descontento, así que decidió castigar a Harpago.

Lo invitó a un banquete, pero, el plato principal del banquete era...¡La carne de su propio hijo! El pobre Harpago se llenó de odio y furia y hulló entre las diabólicas carcajadas de Asistages. Le contó a Ciro lo sucedido, y que Asistages planeó su muerte, esto enfureció al joven príncipe, así que huyó a la tierra de su padre, Persia.

Allí convocó a los nobles persas en contra de los medos, la rebelión había empezado
Retrato de Ciro el Grande.
El ejercito de Ciro fue conquistando los territorios hasta llegar a las puertas de la mismísima Ecbatana, el rey Asistages mandó a todo su ejercito a defender la ciudad pero estos sabían que estando del lado de Asistages no lograrían nada. Así que hasta los propios medos se aliarían con los persas. Desde su palacio imperial en lo alto de la ciudad, Asistages contemplaba como la profecía se cumplía. Ciro hizo preso a Asistages.

Con aquel poderoso ejercito decidió emprender la conquista del mundo. Comenzó con toda Media, siguió con Babilonia y más tarde con Lidia. Según dicen también tenia intenciones de conquistar Egipto, pero prefirió quedarse en su imperio y mejorar la administración.
Ciro el Grande entrando en Babilonia.
Decidió ser un rey tolerante y permitirle a sus súbditos seguir practicando sus religiones y costumbres. Ciro murió en el 530 a,C, en su querida Pasargada ciudad que él mismo fundó, en el momento de su muerte era el hombre más poderoso del mundo, pero a diferencia de Nabucodonosor o los reyes asirios, Ciro fue un gobernante querido por todos. A su muerte dejó tras de sí el mayor imperio que el mundo hubiera visto hasta el momento.

Más tarde sus descendientes seguirían ampliando el imperio y engrandeciendo sus ciudades, pero eso ya es otra historia...

    

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